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Looking The Aleph
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Discover WorkSelf portrait
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Discover WorkBokhas
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Discover WorkLooking the Aleph
Colección
PHOTOGRAPHY
La inspiración de estas piezas surge con el cuento paradigmático “El Aleph” /1945/ de Jorge Luis Borges, donde la obra visual, intenta agitar el lenguaje de la fotografía y la literatura, confundiéndose entre sí, en los terrenos que incluyen narrativa, filosofía y su lado conceptual.
La obra literaria está narrada en 1ª persona identificando la voz del narrador con la del autor y el protagonista del cuento. Haciendo uso de esta habilidad, Borges se incluye en el texto, confrontando una representación ficticia de sí mismo y desconocida por el protagonista del cuento que sugiere la indefinición de los márgenes entre lo real y lo ficticio. De tal manera, las fotografías presentadas intentan cumplir este requisito:
Looking the Aleph
Colección
PHOTOGRAPHY
AUTORA: Kharma Estrany
TITULO: Autorretrato, “Looking the aleph ”
FECHA: 2014
TÉCNICA:
AUTORRETATO, fotografía digital.
La autora fotografía su propio ojo observando el imaginario “Aleph”, en consecuencia es a la vez protagonista y narradora en la serie de imágenes presentadas.
Inscribiendo la definición del propio autor: “Un Aleph es uno de los puntos del espacio que contienen todos los puntos. El lugar donde están, sin confundirse, todos los lugares del orbe, vistos desde todos los ángulos. ¡El microcosmo de alquimistas y cabalistas, nuestro concreto amigo proverbial, el multum in parvo!” /Lo mucho en poco/. Es así, que estas piezas, a través de la mirada del espectador, asumen dicha premisa, donde se contienen todos los puntos; es decir, el espectador recoge la mirada del ojo protagonista de la autora que ha sido configurada por el ojo fotográfico de la misma.
En la creación de este proyecto se pretende el instante, lo simultáneo, la sincronía de miradas y la creación de subjetivas narrativas en un mismo momento tanto por parte de la obra como por la del espectador, el cual, se convierte en protagonista al redefinir desde su propio punto de vista los infinitos relatos de estas miradas, ponderando así, la similitud con esta obra literaria y dejando que la imaginación y la realidad se enreden en cierta confusión.
Cito a continuación un extracto del momento en que se observa el Aleph para acercar más la intención de estos ojos que ven y aproximarla a la palabra de Borges:
“En ese instante gigantesco, he visto millones de actos deleitables o atroces; ninguno me asombró como el hecho de que todos ocuparan el mismo punto, sin superposición y sin transparencia. Lo que vieron mis ojos fue simultáneo”. “Vi la circulación de mi oscura sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, y en la tierra otra vez el Aleph y en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo.”
Self Portrait
Colección
PHOTOGRAPHY
Desde el 2008, donde las redes sociales aún no eran la plataforma del autorretrato, la artista ya se auto-retrata con cámaras reales, de una u otra forma, para evolucionar y exponerse como acto. Sus orígenes teatrales son en esencia el primer motor. A través de estas piezas y del paso del tiempo, se transforma la propia visión y cada vez más, huye de la teatralidad, para centrarse en el gesto y la emoción. El interés evoluciona, junto a la preocupación más conceptual del acto, en identificar la propia visión de sí misma, del mundo exterior y de su propia creación.
Self Portrait
Colección
PHOTOGRAPHY
AUTORA: Kharma Estrany
TITULO: SELF-PORTRAIT
FECHA DE REALIZACIÓN: Desde 2008…
TÉCNICA: AUTORRETRATO, fotografía digital.
Desde el 2008, donde las redes sociales aún no eran la plataforma del autorretrato, la artista ya se auto-retrata con cámaras reales, de una u otra forma, para evolucionar y exponerse como acto. Sus orígenes teatrales son en esencia el primer motor. A través de estas piezas y del paso del tiempo, se transforma la propia visión y cada vez más, huye de la teatralidad, para centrarse en el gesto y la emoción. El interés evoluciona, junto a la preocupación más conceptual del acto, en identificar la propia visión de sí misma, del mundo exterior y de su propia creación.
En este contexto, “Self-portrait” de Kharma Estrany, pretende jugar en la paradoja del narcisismo, de la modelo/artista, irónicamente, oculta bajo el disfraz o tras pinturas en el rostro, a la vez que va derivando en plasmar su máxima fragilidad y vulnerabilidad sincera, donde evalúa sus múltiples personalidades, según el momento de vida.
En la auto-representación, la creadora, no sólo se interroga sobre su identidad, sino también, sobre la esencia de su obra y sus límites de libertad para crear. No hay reglas. Es a partir de este momento que se puede hablar de auto-representación. La ficción está presente y se otorgan transgresiones con respecto a la realidad del sujeto. En esta etapa, la autora se apropia del tema para transfigurarse y emocionarse.
Se incluye el punto de vista o la pregunta de: ¿Quién es el narrador en la pieza? ¿La artista o la modelo? son en este momento, las únicas testigas omniscientes de lo que está ocurriendo en la escena. Entonces la mirada pasa a ser el primer elemento que como intermediario, pasa a ser el mediador entre el objeto de arte y la creadora.
La tercera dimensión del autorretrato moderno, consiste en la metamorfosis; o mejor dicho, el reflejo en el arte de la nueva visión en permanente evolución. Por metamorfosis se entiende el conjunto de transformaciones morfológicas que el artista experimenta en la figura humana, y en su propio rostro, en el caso de la auto-representación. El resultado no es consciente, ni por la artista ni por la modelo, hasta observar el resultado de la imagen. Todo forma parte de una idealización hasta que se convierte en imagen real.
Para Joëlle Moulin, el autorretrato en el siglo XX es la identificación suprema del artista con su arte, reflejo a la vez de sus aspiraciones personales y estéticas. El resultado de este profundo e ilimitado estudio es la representación trastornada del ser. Además de reproducir la identidad del” modelo”, el artista ilustra su propia actitud ante el mundo exterior y el arte. La inserción del artista en la sociedad en la que crea, toma importancia. Es decir, las relaciones con las otras formas de arte, con el público y con los media; conduce al artista a tener una mirada más social y no sólo orientada hacia su propia obra.
El autorretrato o selfie, escaparate de una auto-idealización común y plural en la era actual, basa su función en elevar la opinión de uno mismo ante los demás. El origen de ello, recae en varias de las políticas que, evidencian la manipulación a la que estamos sometidos. La realidad mediática ha introducido en nuestras mentes la obsesión de la apariencia personal, promovida por una sociedad de consumo, cuyo máximo bien es el cuerpo convertido en cosa, mercancía y objeto de consumo. la política social que según el grado de belleza genera más o menos estatus, éxito/fracaso, riqueza/ pobreza etc. son suficientes promotores, para comprender que la identidad/alteridad y la libertad sobre el cuerpo sufren las consecuencias.
El principal aparador se muestra en el autorretrato de las redes sociales. Nadie se muestra a sí mismo como lo haría en un sólo click de la cámara, sino que después de muchos disparos, elige la mejor proyección de uno mismo. Hoy día, no cuenta tanto la devoción por el otro, como la realización y transformación de uno mismo, cada uno, con sus lenguajes y en sus grados diversos.
Bokhas
Colección
PHOTOGRAPHY
“ La boca que sonríe, saborea, besa. La boca que escupe, grita, muerde, se enfada. La boca que huele, se viste de colores, se perfuma. La boca que hace muecas, solloza, bosteza. La boca que excita, ruge, calla; es única e insustituible.”
La Pandemia, como a tantos otros, quebró mi actividad, generando tiempo de desconcierto y de solitaria reflexión. Los acontecimientos dieron lugar a ocultar una parte esencial de la comunicación humana; “la boca”. Su invisibilidad, bajo las mascarillas, cambió el concepto de cómo conocíamos a las personas.
Bokhas
Colección
PHOTOGRAPHY
FICHA TÉCNICA
AUTORA: Kharma Estrany
TITULO: BOKHAS
FECHA: 2019
TÉCNICA: fotografía.
“ La boca que sonríe, saborea, besa. La boca que escupe, grita, muerde, se enfada. La boca que huele, se viste de colores, se perfuma. La boca que hace muecas, solloza, bosteza. La boca que excita, ruge, calla; es única e insustituible.”
La Pandemia, como a tantos otros, quebró mi actividad, generando tiempo de desconcierto y de solitaria reflexión. Los acontecimientos dieron lugar a ocultar una parte esencial de la comunicación humana; “la boca”. Su invisibilidad, bajo las mascarillas, cambió el concepto de cómo conocíamos a las personas.
Como animales sociales que somos, necesitamos intercambiar experiencias, conocimientos, sentimientos; de forma presencial, a distancia o a través de medios artificiales. La boca habla, calla, miente, cuenta sus ideales. En esta relación, colectiva o íntima, usamos códigos de información y expresión, que deberemos descifrar para interpretar con precisión al otro.
El interés eterno por la comunicación corporal kinésica, prosigue a mis referentes teatrales en la construcción del personaje y en consecuencia por mis conocimientos, a la percepción de los sistemas de comunicación no verbales.
Cuando se aprende a reconocer las micro-expresiones, se detectan discrepancias entre lo que se oye y lo que se ve; pues la postura y gestos de las personas puede analizarse como parte fundamental de su otro discurso.
En un intercambio real y presencial, sin habla alguna, se pueden detectar muchos gestos, que ofrecen una información inconsciente y expanden la comunicación del mensaje. La cara en movimiento y no, como objeto estático, es un medio para conseguir una mejor relación social. La boca expresa, huele, hace muecas, solloza y forma parte de la expresión facial que es, junto con la mirada, el medio más rico e importante para expresar emociones y estados de ánimo. Nuestra apariencia puede generar aproximadamente 10.000 expresiones faciales distintas. Esto es posible, a partir de combinaciones capaces de generar movimiento en 44 músculos de nuestro rostro. Ante una comunicación, el 93% del lenguaje es no verbal, lo que se denomina kinésica. La sensación de mirar directamente a los ojos no igualará nunca un mensaje de 280 caracteres.
Fernando Poyatos [1994, II: 185-186] define la kinésica como: «los movimientos corporales y posiciones resultantes o alternantes de base psicomuscular, conscientes o inconscientes, somatogénicos o aprendidos, de percepción visual, auditiva, táctil o cinestésica [individual o conjuntamente] que, aislados o combinados con las estructuras verbales y paralingüísticas y con los demás sistemas somáticos y objetuales, poseen un valor comunicativo intencionado o no». Juntamente con la kinésica, la proxémica y la paralingüística son los tres aspectos más sobresalientes en la comunicación no verbal.
Los movimientos de los músculos faciales son codificados por la técnica: “Facial Action Coding System” [FACS]. Un estándar común, que clasifica sistemáticamente los cambios instantáneos en la apariencia facial y que determinan la expresión de las emociones. Esto es la codificación facial, un sistema iniciado por el anatomista Carl-Herman Hjortsjö. Ya en 2002, Ekman, Friesen, and Joseph C. Hager realizaron una importante actualización de la Programación y Codificación facial. Es importante saber que la medida del movimiento de los músculos es la unidad de acción (UA) una relación entre la medida de la relajación y la contracción de cada músculo individual. El resultado confluye en duración, intensidad y asimetría.
Los gestos, el tono de voz no pueden ser reemplazados por los emojis, los selfies o los mensajes de texto. Las emociones complejas se perciben a través de las micro-expresiones faciales. Paul Ekman. Si se sacrifica la conversación por la conexión digital, se tergiversa el núcleo de la comunicación humana. Sin embargo, la comunicación digital es complementaria y de gran utilidad según su uso.
Indagando en el gesto, se descubren las micro-expresiones; una expresión facial, momentánea e involuntaria de corta duración [un intervalo entre 1/25 a 1/15 de segundo] que revela emociones internas del sujeto conscientes o inconscientes. Debido a su velocidad, son muy difíciles de percibir por el ojo humano. La única forma de descubrirlas, es a través de una grabación revisada a cámara lenta. De facto, las micro-expresiones fueron descubiertas por Haggard e Isaacs al escanear películas de sesiones psicoterapéuticas, mientras buscaban comunicación no verbal, entre médico y paciente.
Representa un paso adelante muy considerado en el estudio de las expresiones faciales emocionales.
Estos autores han desarrollado un código para cada una de lo que ellos consideran como las seis emociones básicas: sorpresa, miedo, cólera, disgusto, felicidad y tristeza, que exponemos a continuación:
DE SORPRESA: La mandíbula cae abierta, de modo que los labios y los dientes quedan separados, pero no hay tensión ni estiramiento de la boca.
DE MIEDO: Boca abierta y labios o bien tensos y ligeramente contraídos hacia atrás, o bien estrechados y contraídos hacia atrás.
DE DISGUSTO: Labio superior levantado.
Labio inferior también levantado, y empujando hacia arriba el labio superior, o bien tirado hacia abajo y ligeramente hacia adelante.
CÓLERA: Labios en una de estas dos posiciones: continuamente apretados, con las comisuras rectas o bajas, o abiertos, tensos y en forma cuadrangular, como si gritaran.
TRISTEZA: Las comisuras de los labios se inclinan hacia abajo, o los labios tiemblan.
Con estos datos se constituye un sistema de interpretación psicológica de los ‘mensajes’ del rostro según un código determinado, código que se divide en tres zonas de la cara: zonas cejas-frente, zona ojos-párpado-caballete de la nariz y zona mejillas-boca-mandíbula.
Como conclusiones de estas observaciones, obtenemos lo siguiente:
1) Que no parece que exista una zona del rostro que revele mejor las emociones que otra.
2) Para cada emoción particular hay una zona concreta que produce mayor información acerca de dicha emoción. La zona nariz-mejilla-boca es esencial para expresar disgusto, los ojos-párpados para el miedo, cejas-frente y ojos-párpado para la tristeza, mejillas-boca y cejas-frente para felicidad. La sorpresa se manifiesta en todas las zonas del rostro.
Se realizó un experimento entrenando a sujetos para que aprendieran a reconocer los diversos componentes de cada emoción a partir de fotografías y descripciones verbales; estos sujetos, posteriormente, fueron capaces de identificar emociones con un gran nivel de exactitud. Eran 28 las personas que proporcionaban las expresiones a estudiar; con edades diferentes, de distinto sexo y con iluminaciones variadas. Este estudio, y otros más, vinieron a demostrar que pueden obtenerse juicios de emoción correctos a partir de la expresión facial, es decir, que la expresión facial es un buen indicador del estado emocional.
Sonrisa
Los estudios nos dicen que la máxima expresión de felicidad es aquella en la que se enseña la dentadura superior de manera casi completa. No se puede controlar y se realiza inconscientemente. Libera endorfinas y activa nuestro circuito cerebral del placer. Surge sin parangones y, a menudo, va acompañada de una carcajada.
A veces resulta difícil diferenciar entre esta, natural y verdadera, y una sonrisa falsa y forzada. Los gestos que realizamos en ambas son diferentes, ya que, en cada caso, se contraen diferentes tipos de músculos. No obstante, a simple vista es muy complicado diferenciarlas, por lo que en estas situaciones de duda resulta más clarificador observar la zona de los ojos. Si queremos saber si una sonrisa es auténtica, la mejor forma es observando los músculos orbiculares que rodean los ojos. Estos son los que producen arrugas alrededor de los mismos. Aquí, también entran en juego los músculos cigomático mayor y menor que nos confiere la sonrisa característica de oreja a oreja. A esta sonrisa genuina se la conoce como la sonrisa de Duchenne.
Morderse el labio inferior
Dependiendo de la intensidad con la que nos mordemos el labio inferior, el significado de nuestro lenguaje no verbal puede ser distinto. O, al menos, orientarnos en uno u otro sentido. Si lo hacemos suave y delicadamente, indica atracción. Si, por el contrario, es fuerte, llegando a quedarse marcados los dientes, hablamos de un estado de nerviosismo
Atracción
Cuando nos sentimos atraídos hacia una persona, es prácticamente inevitable realizar ese gesto. Nos mordemos el labio inferior o lo tapamos con los dientes de manera casi automática. Además, solemos acompañarlo con una leve inclinación de cabeza hacia uno de los lados o hacia abajo, lo que da muestras de que nos sentimos a gusto y encantados con la compañía del otro.
Este tipo de comunicación no verbal refleja lo que sentimos hacia la persona que tenemos enfrente y hacia la situación (muchas veces es complicado saber a qué se refiere exactamente el gesto). Y aunque este lenguaje corporal de los labios es inconsciente, por lo general, somos capaces de decir qué gestos estamos realizando. Por eso, si somos rápidos, podemos llegar a maquillarlo en algún grado.
Nerviosismo
Trata de fijarte en algún compañero de trabajo que esté muy concentrado haciendo sus tareas. Puede que se rasque el pelo y el cuello o mueva las manos y las piernas sin parar. Ahora céntrate solamente en su cara, en los pequeños cambios que va manifestando en su rostro durante la jornada.
Uno de ellos será posiblemente el de morderse los labios. Esto, normalmente, quiere decir que se encuentra en un estado de tensión, que está apresurado, preocupado o nervioso. Es, además, una señal clara de que su estado de activación fisiológica interna está aumentando.
Toma de decisiones
Si movemos los labios de derecha a izquierda, daremos con el gesto característico de la toma de decisiones. En ese transcurso de tiempo en que los desplazamos de un lado a otro de la mejilla reflexionamos, pensamos y tratamos de decidir. Nuestro cerebro está en funcionamiento y la manifestación fisiológica se centra en la boca.
Por lo general, la primera mueca es la que dura más tiempo. Luego repetimos el gesto unas dos o tres veces más. Y posteriormente pronunciamos o expresamos el razonamiento o la decisión que estábamos barajando en nuestro interior.
Numerosas investigaciones consideran que el lenguaje corporal representa entre un 50% y un 70% de la cantidad de información que transmitimos. En síntesis, los labios pueden convertirse en todo un pequeño gran mapa de lo que pensamos o sentimos; nos proporciona un sin fin de información que no expresamos verbalmente, pero que forman parte de nosotros y comunican nuestro estado interior.